Mar de Beaufort
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martes, 19 de noviembre de 2024
NaNoWriMo 2024 (II)
viernes, 8 de noviembre de 2024
NaNoWriMo 2024 (I)
Bueno, no voy al ritmo adecuado, pero por lo menos consigo mantener el paso. Por ahora es posible conseguirlo, aunque tendré que apretar las teclas un poco más rápido que hasta ahora.
Pero lo bueno es que el borrador va tomando forma y comienzan a abrirse caminos inesperados, y ciertas tramas que no estaban en la idea principal pueden terminar convertidas en historias con cierto peso en la novela.
Pero en estos primeros pasos todo son dudas. ¿Cuántos narradores contarán la historia? ¿Qué tiempo emplearemos? ¿Quien será el protagonista? ¿Pasado o presente?...
Y claro, unas cosas dependen de las otras. Según quien vaya a contar la historia deberá estar situado en el presente o en el pasado. Si una persona va recordando su propia historia encaja mejor narrar desde el presente pero si va a ser un narrador que lo sabe todo sobre los protagonistas puede ir contando la historia a medida que avanza.
En fin, entre estas dudas estoy en estos momentos iniciales. Pero en esta primera semana he escrito a diario, y eso ya es un avance.
Sigamos.
jueves, 31 de octubre de 2024
NanoWriMo 2024 (0)
Todos los contadores a cero.
En unos minutos comienza el reto, y no hay borradores ni plan de trabajo.
Tampoco diré nada sobre actualizaciones en este blog o en redes sociales, lo que tenga que ser será.
Se trata, simplemente, de escribir unas 1667 palabras al día; mantener esa linea ascendente, y sobre todo constante, durante el mes siguiente.
De conseguirlo, al terminar tendremos un primer borrador de esa novela que lleva tantos años intentando fluir.
miércoles, 30 de octubre de 2024
NaNoWriMo 2024
jueves, 17 de octubre de 2024
Reconstrucción (III)
Las cosas no siempre ocurren como uno espera. Y si hace cuatro años comentaba que había comenzado la reconstrucción, y hace dos comentaba que las reformas en esta casa tenían cierta relación con mi propia transformación, ahora tengo que dejar constancia de un nuevo capítulo, una nueva fase en este vaivén de convalecencias y rehabilitaciones que voy arrastrando desde el comienzo de la década.
Tres operaciones en cuatro años puede no ser mucho para algunas personas que por desgracia tiene que pasar por quirófanos más de lo que quisieran, pero para mi, que siempre había gozado de buena salud, está siendo un poco duro. Ya no por las secuelas emocionales y anímicas que van quedando, sino porque también quedan cicatrices físicas y pequeñas taras que nos recuerdan que ya no somos jóvenes y que los cuerpos, cada vez más, necesitan tiempo para recuperarse.
Debería ser la última, por lo menos en unos quince o veinte años, pero nadie puede asegurarlo. Al fin, non somos más que pequeñas briznas de magia y existencia en manos de las parcas que van tejiendo, sin orden ni concierto, nuestras vidas. Por eso soy muy consciente de que en los próximos años puede ocurrir cualquier cosa, y por eso mismo no voy a volver a enumerar los propósitos y proyectos para los próximos meses. ¿Para qué dejar constancia de la necesidad de ir acabando lo que está a medias? ¿A quien puede importarle si me matriculo de nuevo en la UNED, si retomo esa novela sobre un barco o si intento completar las mil lecturas que me propuse leer antes de irme?
No, ya no tiene sentido.
Simplemente, como Sarah Connor en Terminator 2, escribo en la gastada madera de mi navío "No Fate" y de nuevo me hago a la mar.
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